"¡ME MORDIO! ¡LA DESGRACIADA ME MORDIO! ¡AYUDA POR FAVOR!"
Es otro dia con un frio infernal, pero cabe decir que no es un dia mas ya que solo faltan 2 dias mas para navidad y ya saben lo que significa, fiesta, fiesta y mas fiesta. Fiestas a las que no debería asistir, ya que no cuento con mucho capital, ¿Que puedo decir? soy pésimo para guardar dinero y mi nuevo empleo como portero de casino no ayuda mucho, la buena noticia es que David, mi promotor me aviso que dentro de poco tendré una pelea como apertura a uno de los grandes boxeadores, no es la gran cosa pero me estoy abriendo paso a la cima y la paga es buena o eso espero.
Me dirijo a casa del desgraciado con mas suerte en el mundo y también mi mejor amigo Lucas, aunque el no este en la ciudad por algo sobre un empleo, quede con el en que pasaría a su casa de vez en cuando para saludar a su esposa y definitivamente ver si me puedo comer las sobras de ayer. Aunque conociendo a Nuvia de seguro me dara algo de comer, es verdaderamente buena cocinando. Al llegar a su casa estaciono mi Ferrari frente a su cochera, o si ese es el sobrenombre que el desgraciado de Lucas le puso a mi cafetera con ruedas, pero no me quejo jamas me ah fallado, al bajarme del carro y tocar el timbre de la puerta veo como uno de los vecinos me mira sospechosamente, claro debe verse bastante mal el echo de que venga a visitar a la mujer de mi mejor amigo mientras el no esta, pero que puedo decir, lo mas importante para mi es la lealtad por eso Lucas confía en mi. Escucho algunos pasos aproximándose a la puerta y Nuvia abre la puerta – Carlos hola que tal, crei que solo le habias dicho a Lucas que vendrías para que no se preocupara- dijo con sierta voz de sorpresa, -no, tu sabes que si se entera que no estuve aquí se las cobrara el bastardo siempre sabe como cobrárselas-, ella solo sonríe y me invita a pasar, por desgracia para mi. El celular comenzo a sonar y al contestar escucho la voz mas odiosa en todo el mundo, mi jefe Santiago, contesto la llamada y sin tiempo de decir absolutamente nada me dice “Ey Carlos necesito que vengas ya, al casino abriremos mas temprano hoy, te espero” dicho eso me corta la llamada inmediatamente, el maldito ni siquiera me deja contestarle nada y ¿Que pasa con las personas? por alguna razón a la gente le da por apostar mas cuando el año esta por acabarse. Doy un gran suspiro y le digo - Nube debo irme y le pasas reporte a tu marido o si y me guardas de lo que hagas de comer.- con una sonrisa me contesta - no hay problema, ademas.- saca un plato cubierto con aluminio. -Para que no asaltes mi refri a escondidas, suerte en el trabajo.- por dios juro que si Lucas algún dia la trata mal yo mismo lo mato.
Me dirijo al trabajo, que esta a unas cuadras mas adelantes. Al llegar veo a Santiago afuera del casino hablando con unos policías, eso me inspiro algo de desconfianza y al bajarme del carro veo que los policías se van del lugar. Santiago se acerca a mi gritando con su muy odiosa voz -¡Heeeey Carlitos! como te va amigo? Lamento hacerte venir a trabajar mas temprano pero te recompensare, recuerdas a Gabriela la del sindicato?-,me pregunta como si alguien se pudiese olvidar de ella y ese par de piernas, -la de las piernas bonitas?- Le conteste algo emocionado, -¡Exacto! pues me ah estado preguntando por ti y le dije que les arreglaría algo, pero claro necesito que me hagas un favor a cambio- me dijo rápida y convincentemente, la verdad es que siempre a sabido convencerme, -mira la cosa esta asi, hoy te necesito dentro del casino a mi lado tu sabes cuidándome la espalda, hace un par de horas pasaron algunos incidentes a las orillas de la ciudad nada grave ni de que preocuparse pero me gustaría contar contigo y que estes muy alerta por si llegase a ocurrir algo mas, me entiendes?-. Debo admitir que me preocupó un poco ya que parecía asustado, Santiago no es de los que asustan a menos de que haya dinero en juego, pero de igual manera acepte.
La noche fue un tanto larga, aburrida y todo parecía señalar que seria una noche mas.Ya cerca de las las cero horas vi a mi remplazo Raúl entrar por la puerta con una herida en el cuello sangrando y gritando -¡ME MORDIO! ¡LA DESGRACIADA ME MORDIO! ¡AYUDA POR FAVOR!- gritaba desesperada mente mientras caía al piso desmayándose, entre en shock. Por el pasillo venia una mujer arrastrando los pies con movimientos raros como faltos de fuerza , trae ropas rasgadas, su piel esta un poco pálida sus venas se marcaban en su piel, la sangre de Raúl le goteaba de la boca, parecía muerta pero de alguna forma no lo estaba, no tardo en desatarse el pánico las personas corrieron a las salidas de emergencia, Las puertas no abrían, parecia que las estaba empujando desde fuera. Yo estaba impresionado con lo que estaba ocurriendo parecía una pesadilla, creía estar dormido, simple y sencillamente era algo aterrador. De pronto sentí un codazo en las costillas de Santiago – ¿Que carajos haces hay parado? Idiota debemos largarnos de aquí vamos a mi oficina hay otra salida por ahí.- Sin pensarlo mucho solo asentí con la cabeza y lo seguí, quería avisar a las demás personas pero ya no se lo que ocurre, una de las salidas de emergencia se rompió y esas cosas entraban mordiendo lo que estuviese en frente de dos o tres por persona. Simplemente no terminaba de asimilar la situación hasta que una de esas cosas nos bloqueo el camino - ¡Carlos has algo!- grito Santiago asustado, esa cosa se abalanzó sobre mi y por mera reacción o instinto le di un golpe en la quijada derribándole -¡Eso es campeón!- me felicito, pero parece que prematuramente, esa cosa comenzó a levantarse de nuevo, al ver que se reincorporaba lento, corrimos hacia la oficina.
-Bien aquí están las llaves de mi carro, larguémonos de aquí- dijo Santiago aliviadamente mientras tomaba las llaves de su escritorio – Esto tambien nos puede servir- tomo un arma que tenia en vitrina y se la guardo en el pantalón. Salimos lentamente por la salida de emergencia que el bastardo había construido para si mismo, al no ver movimiento subimos a su auto, al encender el motor escuchamos un golpe en la cajuela -¡Arranca!- me gritaron muy alterados,sea lo que haya sido estoy seguro de haberlo dejado atrás. -¿Que demonios son esas cosas?- le pregunte. - No lo se chico, pero en estos momentos me alegra que no tengamos familia, así podemos irnos a otra maldita ciudad- me contesto. Al terminar de hablar se me vino a la mente Lucas, ¡Por dios! me había olvidado de la mujer de mi mejor amigo mientras yo estoy en un carro con rumbo a no se donde, Nube esta sola, saque mi celular para llamarla, busque su numero pero olvide ver al frente, la luz de otro auto me cegó y derrapamos contra un muro.
Al recuperarme del golpe, Santiago ya no estaba a mi lado, ni mi celular, ni el arma, mi puerta estaba bloqueada por el muro y las bolsas de aire estaban fuera, dios bendiga a las malditas bolsas de aire. Pateo la puerta del copiloto, oigo ambulancias, disparos, gritos pero no hay nadie en la cercanía.El infierno había tomado el lugar de la ciudad ese cálido infierno de edificios quemándose, de caos y tormento. Aun parece de noche, pero me pregunto cuanto tiempo estuve inconsiente y lo mas importante ¿Estará Nube bien?
No hay comentarios:
Publicar un comentario