El reloj de la tienda me brindo la hora, se ve como si nunca fuera a salir el sol. Me quede mirando el telefono esperando una respuesta por 15 minutos...
¿En que cabeza cabía? me llamarían a mi celular, el cual deje tirado en la habitación. Tope mi cabeza contra la pared, imbécil, trate de volver a marcar pero la linea había muerto. Me pare y vi por el cristal, estaba una de esas cosas viendo hacia la ventana, esos horribles ojos negros no me veían al parecer, no me seguian a donde me moviera solo parecia que veia su reflejo, orgulloso de su traje al parecer, es algo gracioso. Me acerque a la caja y parece que capte su atencion, se pego al cristal, tratandolo de morder varias veces, pero de una manera lenta no agresiva, ¿Seran parte ciegos? o solo es que son solo demasiado lentos. Me acerque al vidrio y se alteraba mas y mas, Cuando quise retroceder era muy tarde, el cristal se movía fuertemente haciendo un ruido aturdidor que llamo a mas, no cedio hasta que quebró el cristal. La puerta de personal se encontraba abierta, entre rápido poniendo el seguro, con las manos en los ojos me di cuenta de lo obvio, un plan, de inmediato, ¡Necesito con que defenderme! pero solo hay comestibles y botellas de cristal vacías. Moví estantes, cajas, hasta que encontré un bate entre las escobas .
Parecía que ya se habia juntado un buen numero de los monstruos pues ya forcejeaban la entrada a la bodega. No podía creer que no habia ruta de escape señalada ni visible, el baño de empleados tiene una ventana espero que sea lo bastante grande, no tengo altas expectativas. -¿Que carajos.- la puerta de emergencia estaba del otro lado del escusado, arquitectos que compran títulos, siempre son tan graciosos. Tenia el camino limpio, esos cretinos se atoraron en la tienda.
No podía volver al hotel por mi celular, ir por mi auto es una misión suicida, estos desgraciados viajan juntos y habían muchos de ellos custodiando el hotel.Que maldito miedo, ademas ¿Ahora a donde me dirijo? Caí sobre mis rodillas a punto del ataque nervioso. Nunca imagine que en realidad pasara, esto es el apocalipsis o solo sigo en la cama en el hotel. En mi brazo, se mostraba una herida, parecia que un cristal me había cortado, es un poco prufunda por el color de la sangre. Me quite la camisa e hice un vendaje. Me parece obvio que la sangre los alerta, me debo levantar, tengo que llegar a mi mujer, a mis amigos, a mi familia, no ser la comida de estos bastardos. Ya sabia que hacer, primero buscar ropa mas apropiada para ocasión, unos zapatos cómodos por si tenia que caminar, armas, y una radio.
En algún momento de esta retorcida aventura me imagine que pasaría, la calle es pandemónium, colonias atragantándose de la gente que trato en algún momento de escapar. Fuego, gritos, disparos y sangre, todo lo que necesitas para pintar un infierno. Se que esa ruta sera por mucho mi muerte. Tengo que tomar una ruta alterna, tendré que irme entre calles.
Tratando de ser inteligente tome el baldío del hotel, los"zombies" por así llamarlos, no tienen buena vista y yo ya me había aclimatado a la poca luz, estoy en ventaja sobre de ellos. Llegue a un muro alto, debe de ser una colonia residencial, irrumpiré, tomare lo que necesito, buscare un auto, ya lo demás sera historia. Camine alrededor del muro, hasta que llegue a un montículo que me ayudo a subir de un salto. Baje lo mas discretamente que pude, la casa parecía sola, ni un movimiento por la ventana trasera, en el segundo piso se ve algo, pero al parecer solo es una cortina que se mueve con el viento. La puerta trasera esta sin seguro, la cocina es la primera habitación, el refrigerador esta suavemente abierto dándome un norte hacia donde moverme. Me pare en la puerta que daba a la sala y al comedor, no veía bien estaba muy oscuro, abrí el refrigerador por completo. -Aaaaa!- Grite y golpeo a un cadáver con el bate. Espero nadie me aya escuchado, parece que mi victima se estaba transformando cuando alguien mas la apuñalo a la muerte; di una ronda antes de subir al segundo piso. Habia una niña a los pies de la escalera, con el cuello roto y la garganta cortada de lado a lado, parece que ella también se estaba transformando.
Me fui en cuclillas por las escaleras asomando apenas la mirada, en la habitación principal había algo, solo se columpiaba de lado a lado, un ahorcado. Cerré la puerta tras de mi, el hombre parece en paz, como si no hace tanto se ahorco, tenia una nota en su cuerpo que dice, "Perdón mis angeles." Que despiadada la idea de matar a quienes amas. Esta debe ser su habitación, su ropa me a de quedar. Unas botas, una camisa y unos jeans fue la única ropa que me quedo. -Gracias.- dije, pero en realidad, gracias, sus manos llenas de sangre me recordaron lo efectivo que se vio el cuchillo. Ya casi tengo todo resuelto, el auto familiar me bastara hasta encontrar algo mejor en un par de kilómetros.
En el tocador un lado de la cama hay un retrato, parecen, mama, papa y dos hijas, solo vi tres cadáveres, tengo que estar alerta. Volví a la cocina, abrí cada gaveta, un cuchillo de carnicero se encontraba coqueto y dispuesto a protegerme en un cajón con otras posibilidades, suerte la mía. Una silueta entra a la cocina, era la niña en su camisón de noche, no la distinguía bien en la oscuridad. Tome la base del bate con ambas manos esperando con anticipación. Arrastraba los pies y le sangraban al parecer, hay un brillo abajo de su cara, un cuchillo en su pecho. Se acerco mas a mi, no había luz que me ayude a distinguirla, dios me salve por hacer esto. Trono su quijada y cayo al suelo por la gracia de ese pedazo de madera en mis manos. Me iré al infierno por matar una niña, la moví con el pie, parecía no tener cabello, costras por toda su piel, parece también que no tenia sentido del dolor, pues sus labios parecía haberlos masticado en un ataque desesperado, me agache a tocarle la piel y se sentía algo rara como dura. Es muy distinta a los que había visto antes, ¿Que sera? que importa, tengo que poner mis manos en unas llaves. Busque en el comedor, en la sala, sin ni un resultado. La lógica golpea mi cabeza, las llaves las debe de tener el ahorcado.
Me pare al frente de la escalera, el ruido de afuera parecía independiente a este momento... La niña se encontraba mirándome, con esos ojos rojos inyectados en sangre , parada en cuatro patas sobre la mesa rasgando la con sus garras, sonidos guturales salen de su boca, no me puedo mover, según veo esta lista para atacarme. Grita fuertemente, como un chillido agudo y se lanza contra mi, le empujo con el bate hacia la pared y subo a gatas las escaleras. Desamarre desesperado de mi pantalón el machete, ella se levanto, corrió en cuatro patas hacia la escalera, la esperaba arriba, solo necesitaba un golpe claro en la cabeza. Subió sin despegar las manos del suelo, le lance con mi arma de mano pero la esquivo, se lanzo sobre mi tratándome de morder, pude hacer apoyo con las piernas y tirarla. Me metí a la habitación, rompi el mosquitero con el bate, la caída seria de dos metros con el vecino. No quiero saltar pero si esa cosa no se mato al caer por las escaleras nada que pueda hacer yo lo hará. Salte al techo de la casa contigua, no llegue y golpee la pared desplomando me sobre el pasto.
No me podía mover, estaba a punto del desmayo, la contusión y el susto me están desplomando. Veo como una colonia se me acerca y no puedo mas que arrastrarme, eventualmente si no gano fuerza me alcanzaran.
Si me comen nadie dijo que no lo intente. -¡AUXILIO!-Grite esperando alguien viniera a salvarme, pero solo lograba acercar mas y mas colonias. No me pude salvar ni yo mismo, las colonias están sobre de mi...
Una cabeza cae entre mis piernas.
Parecía que ya se habia juntado un buen numero de los monstruos pues ya forcejeaban la entrada a la bodega. No podía creer que no habia ruta de escape señalada ni visible, el baño de empleados tiene una ventana espero que sea lo bastante grande, no tengo altas expectativas. -¿Que carajos.- la puerta de emergencia estaba del otro lado del escusado, arquitectos que compran títulos, siempre son tan graciosos. Tenia el camino limpio, esos cretinos se atoraron en la tienda.
No podía volver al hotel por mi celular, ir por mi auto es una misión suicida, estos desgraciados viajan juntos y habían muchos de ellos custodiando el hotel.Que maldito miedo, ademas ¿Ahora a donde me dirijo? Caí sobre mis rodillas a punto del ataque nervioso. Nunca imagine que en realidad pasara, esto es el apocalipsis o solo sigo en la cama en el hotel. En mi brazo, se mostraba una herida, parecia que un cristal me había cortado, es un poco prufunda por el color de la sangre. Me quite la camisa e hice un vendaje. Me parece obvio que la sangre los alerta, me debo levantar, tengo que llegar a mi mujer, a mis amigos, a mi familia, no ser la comida de estos bastardos. Ya sabia que hacer, primero buscar ropa mas apropiada para ocasión, unos zapatos cómodos por si tenia que caminar, armas, y una radio.
En algún momento de esta retorcida aventura me imagine que pasaría, la calle es pandemónium, colonias atragantándose de la gente que trato en algún momento de escapar. Fuego, gritos, disparos y sangre, todo lo que necesitas para pintar un infierno. Se que esa ruta sera por mucho mi muerte. Tengo que tomar una ruta alterna, tendré que irme entre calles.
Tratando de ser inteligente tome el baldío del hotel, los"zombies" por así llamarlos, no tienen buena vista y yo ya me había aclimatado a la poca luz, estoy en ventaja sobre de ellos. Llegue a un muro alto, debe de ser una colonia residencial, irrumpiré, tomare lo que necesito, buscare un auto, ya lo demás sera historia. Camine alrededor del muro, hasta que llegue a un montículo que me ayudo a subir de un salto. Baje lo mas discretamente que pude, la casa parecía sola, ni un movimiento por la ventana trasera, en el segundo piso se ve algo, pero al parecer solo es una cortina que se mueve con el viento. La puerta trasera esta sin seguro, la cocina es la primera habitación, el refrigerador esta suavemente abierto dándome un norte hacia donde moverme. Me pare en la puerta que daba a la sala y al comedor, no veía bien estaba muy oscuro, abrí el refrigerador por completo. -Aaaaa!- Grite y golpeo a un cadáver con el bate. Espero nadie me aya escuchado, parece que mi victima se estaba transformando cuando alguien mas la apuñalo a la muerte; di una ronda antes de subir al segundo piso. Habia una niña a los pies de la escalera, con el cuello roto y la garganta cortada de lado a lado, parece que ella también se estaba transformando.
Me fui en cuclillas por las escaleras asomando apenas la mirada, en la habitación principal había algo, solo se columpiaba de lado a lado, un ahorcado. Cerré la puerta tras de mi, el hombre parece en paz, como si no hace tanto se ahorco, tenia una nota en su cuerpo que dice, "Perdón mis angeles." Que despiadada la idea de matar a quienes amas. Esta debe ser su habitación, su ropa me a de quedar. Unas botas, una camisa y unos jeans fue la única ropa que me quedo. -Gracias.- dije, pero en realidad, gracias, sus manos llenas de sangre me recordaron lo efectivo que se vio el cuchillo. Ya casi tengo todo resuelto, el auto familiar me bastara hasta encontrar algo mejor en un par de kilómetros.
En el tocador un lado de la cama hay un retrato, parecen, mama, papa y dos hijas, solo vi tres cadáveres, tengo que estar alerta. Volví a la cocina, abrí cada gaveta, un cuchillo de carnicero se encontraba coqueto y dispuesto a protegerme en un cajón con otras posibilidades, suerte la mía. Una silueta entra a la cocina, era la niña en su camisón de noche, no la distinguía bien en la oscuridad. Tome la base del bate con ambas manos esperando con anticipación. Arrastraba los pies y le sangraban al parecer, hay un brillo abajo de su cara, un cuchillo en su pecho. Se acerco mas a mi, no había luz que me ayude a distinguirla, dios me salve por hacer esto. Trono su quijada y cayo al suelo por la gracia de ese pedazo de madera en mis manos. Me iré al infierno por matar una niña, la moví con el pie, parecía no tener cabello, costras por toda su piel, parece también que no tenia sentido del dolor, pues sus labios parecía haberlos masticado en un ataque desesperado, me agache a tocarle la piel y se sentía algo rara como dura. Es muy distinta a los que había visto antes, ¿Que sera? que importa, tengo que poner mis manos en unas llaves. Busque en el comedor, en la sala, sin ni un resultado. La lógica golpea mi cabeza, las llaves las debe de tener el ahorcado.
Me pare al frente de la escalera, el ruido de afuera parecía independiente a este momento... La niña se encontraba mirándome, con esos ojos rojos inyectados en sangre , parada en cuatro patas sobre la mesa rasgando la con sus garras, sonidos guturales salen de su boca, no me puedo mover, según veo esta lista para atacarme. Grita fuertemente, como un chillido agudo y se lanza contra mi, le empujo con el bate hacia la pared y subo a gatas las escaleras. Desamarre desesperado de mi pantalón el machete, ella se levanto, corrió en cuatro patas hacia la escalera, la esperaba arriba, solo necesitaba un golpe claro en la cabeza. Subió sin despegar las manos del suelo, le lance con mi arma de mano pero la esquivo, se lanzo sobre mi tratándome de morder, pude hacer apoyo con las piernas y tirarla. Me metí a la habitación, rompi el mosquitero con el bate, la caída seria de dos metros con el vecino. No quiero saltar pero si esa cosa no se mato al caer por las escaleras nada que pueda hacer yo lo hará. Salte al techo de la casa contigua, no llegue y golpee la pared desplomando me sobre el pasto.
No me podía mover, estaba a punto del desmayo, la contusión y el susto me están desplomando. Veo como una colonia se me acerca y no puedo mas que arrastrarme, eventualmente si no gano fuerza me alcanzaran.
Si me comen nadie dijo que no lo intente. -¡AUXILIO!-Grite esperando alguien viniera a salvarme, pero solo lograba acercar mas y mas colonias. No me pude salvar ni yo mismo, las colonias están sobre de mi...
Una cabeza cae entre mis piernas.
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